viernes, 26 de julio de 2013

Y por eso me estoy quedando calvo.

Rober, mi chico, el papi de Joanna, es lo mejor in the world. Llevamos juntos… o más. Y el tío, no es sólo que aún me aguanta, es que además ME QUIERE MIL igual que yo él. Decir estas cosas da pudor hasta escondida detrás de un perfil de blogger, pero con los tiempos que corren y lo feucho que está todo por ahí afuera, hablar de amor del guapo nos viene bien a todos. No?.

Como en todas las parejas, o eso creo, existe un antes y un después de ser TRES. Ahora el 90% de nuestro tiempo se lo dedicamos a la peque y el 10% restante lo exprimimos al máximo porque es NUESTRO. A veces nos volvemos "locos" y dejamos a Joanna con sus abuelos y... nos vamos a cenar y al cine y... entonces es cuando por fin, solos los dos... nos dedicamos a hablar de la peque, de lo bien que te sientes cuando la dejas y no llora, de si ya estará durmiendo, de a qué hora la recogemos mañana... 
Joanna se parece a su papi, menos mal. Igual de simpática y abierta, toda una relaciones públicas. También tiene toda su cara. Aunque cuando se enfada se parece más a mí. Creo que se le van a dar bien los idiomas y ese punto me lo adjudico yo, eh!. El tema de su pelo rizado, sigue siendo una incógnita. Algún gen perdido debe pulular por los cromosomas de la familia de Rober y se ha hecho notar en la tía Olga, la teta Ana y, por suerte, en mi chica.

No es por echarme flores, bueno sí, pero yo soy la única que se medio aclara en la lucha con la melena leonina. Porque Roberto evita, como bien puede, el momento desenredado-peinado. El pelo de su niña le asusta cual Medusa mitológica, aunque no tiene miedo de convertirse en piedra si Joanna lo mira, tiene miedo de mi cara de “deja, que ya se lo arreglo yo”. Por eso cuando, no le queda otra que enfrentarse él solo al temido momento, me envía fotos o videos por whatsapp esperando mi aprobación antes de salir a la calle. Debo de ser muy malvada.
Pero en lo que mi chico es un todo campeón es soportando mis momentos “Cari estoy pensando…”. Porque esa frase, entre otros temas, puede ir seguida de una extensa disertación sobre posibles cambios o pruebas de nuevos productos para el pelo de Joanna. Él no sólo me soporta el rollo, si no que además ME ESCUCHA, y eso que puedo llegar a ser terriblemente cansina.

Y ya como remate final para coronarlo como mejor “papi-marido del año”, Rober se presta como voluntario para acabarse todos los champús que voy descartando porque no me gustan para Joanna, pero que me duele en el alma tirar a la basura. Al menos, ésto último le sirve de excusa, y según él la causa de su incipiente alopecia es tanto cambio de champú. Pero él ya sabe que a mi me gusta calvo. Te quiero amor!.

OH MY CURL!

1 comentario:

  1. Que crack!! Sabes que es muy posible, que después de este post,le salgan muchas admiradoras? ROBERTO, ROBERTO, ROBERTO!!! . El mío tiene un club de fans aunque compuesto por niños del.parque, pero nada comparable al de uno de " señoras madres", que no cualquiera torea ese pelo y además escucha tooooodo lo.que tenemos para decir en voz alta mientras aclaramos las ideas.
    ;)

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