lunes, 23 de diciembre de 2013

Feliz Navidad.

Un día cualquiera, vuelves con tu coche de hacer unas compras en el centro comercial. Vas hablando tranquilamente con tu acompañante, seguramente de fondo suena algo de música en la radio. Es un día normal, como cualquier otro, aunque ya se acerca la Navidad y también estás pensando en qué harás para cenar en Nochebuena... Bueno pues lo de todos los años, no? ... Y poco para picar que si no después se queda todo en los platos... El copiloto, es alguien especial, alguien a quien quieres, un amigo, tu padre, tu hija, tu sobrina... Seguramente también vaya pensando en sus cosas al margen de la conversación que mantenéis.

Y de repente ocurre. No sabes cómo ha pasado, no ves nada, solo ruido y confusión. Reaccionas, sigues sin poder ver, pero puedes hablar. Te entra el pánico. ¿Estás bien? Y la otra persona te contesta ¿Yo sí, y tú? Respiras. Te duele todo, no puedes moverte. Comienzas a ver algo, y entonces alguien te coge de la mano. No le conoces pero te pregunta cómo estás y te dice que no te muevas y que no te preocupes, que ya han llamado a la policía y a la ambulancia. No te vayas por favor... le dices tú.

Sigues más preocupado por el de al lado que por ti mismo. Pero oyes como los de la ambulancia le bajan y puede andar. Luego te bajan a ti. La persona que te sostiene la mano sigue ahí. Ahora más dolor y el fuerte sonido de la sirena de la ambulancia. Llegáis al hospital. Te sorprende como tu acompañante, aún con el shock del accidente, te lleva en la silla de ruedas y explica lo ocurrido entregando los papeles en el mostrador.

Tienes mucha suerte y la enfermera te trata con cariño, como si te conociese. Las malas noticias vuelan. Enseguida llegan familiares. Lloráis de pena y de alegría. Todas las pruebas salen bien. Queda el dolor del golpe. El dolor y el miedo. El por qué y el cómo. El soñar una y otra vez con el momento. El pensar lo que hubiera podido pasar. Culparte, aunque nadie más lo haga. Las visitas te emocionan y te hacen reír.

No eres creyente, pero das las gracias. A quien sea, eso da igual. Mañana es Nochebuena y la pasarás con tu familia... cenando lo de todos los años.
FELIZ NAVIDAD A TOD@S

Dedicado a mi madre y a mi prima. Vaya susto! Os quiero.




viernes, 13 de diciembre de 2013

Jugando a las cocinitas.

Vecinos. Los hay de muchas clases. Están los "pongo-la-música-a-tope-cuando-me-sale-de-la-mismísima"; los "subo-por-la-escalera-por-no-coincidir-contigo-en-el-ascensor"; los "te-cuento-mi-vida-aunque-no-venga-a-cuento"... y un largo y nutrido etcétera. Pero nosotros tenemos suerte, y entre la "fauna vecinil" de nuestra finca, tenemos a los "vecinos-amigos". Una extrañísima especie, muy difícil de encontrar, y en grave peligro de extinción.

Él italiano, ella valenciana y Stefano il bambino de la pareja (y el amor de mi Joanna). Son como unos Superhéroes-Gourmet de las compras. Conocen todas las ofertas culinarias, dónde comprar el pescado más fresco, la carne más tierna... Pero no acaba ahí la cosa, no. Además tienen la super-arma secreta más potente del mundo cooking: LA THERMOMIX!!!

Así es que con ellos nos une, además de la amistad, un maravilloso pique en la cocina. Cenas y comidas caseras en las que, mientras Joanna y Stefano hacen el cabra y nos desmontan el piso, demostramos nuestro poderío en los fogones. Y cuando digo nuestro, digo el de Rober, porque lo que es yo...

La última comida tocaba en nuestra casa. Rober se ocupaba de todo, claro, pero a mi me dio por hacer el postre y en un golpe de suerte, me salió una tarta de queso COMESTIBLE! Así que me vine arriba. Roberto sería Karlos y yo Eva Arguiñano! No podía esperar y esta semana he estado haciendo experimentos culinarios. ¿El resultado? Un "mami la coca está un poco asquerosita", dos tardes perdidas, dos bizcochos a la basura y muy mala leche... ¿Quien dijo que cocinar relaja?


OH MY CURL!


lunes, 11 de noviembre de 2013

De peines mágicos y síndromes raros.

Hoy me ha dado el punto cutre-filosófico. Y todo por un peine... sí, por un peine. Pero es que no es peine cualquiera, no, no, no, es un peine muy especial. Es el GRAN PEINE! Un SUPERPEINE mágico y fabuloso que me ha costado DIECISIETE EURACOS!!! Pero muy bien gastados eh?! Que mis peluqueras son muy majas y no me la clavan si no es que el producto vale mucho la pena. Y lo he comprado claro, si te dicen que es un peine que desenreda sin hacer absolutamente-nada-de-daño, ¿cómo no lo vas a comprar?.

Bueno pues resulta que funciona. Desenreda sin apenas dar tirones. Y eso en la selva amazónica que tiene mi hija por pelo pues es de agradecer. ¿Qué cual es el problema? ¿Cual va a ser? Pues que ahora el Sr.Peine se va a convertir en algo absolutamente indispensable para nuestra existencia (la mía y la de mi nana). Hasta ahora habíamos sobrevivido sin él, pero a partir de este momento estamos perdidas: LO NECESITAMOS!

Por eso decía que me había puesto a filosofar, pensando en todas esas cosas que, de repente, se convierten de la noche a la mañana en absolutamente indispensables para nuestro día a día. Aunque me da a mí la sensación de que éste extraño síndrome es más de mujeres. No me imagino a ningún hombre pensando: "Como dejen de hacer este corrector de ojeras me da un patatús". Porque la cosmética es el mejor ejemplo. Si encuentras un maquillaje que te va perfecto, es tu tono, te dura todo el día... y te ves guapísima-de-la-muerte con él, rezas interiormente para que NUNCA dejen de venderlo, o no?

También nos pasa con la ropa: las botas que pegan con todo, el bolso del tamaño justo para colocar todos tus tratos, el vaquero que te sienta tan bien... Incluso con los libros también ocurre lo mismo. Yo no los he leído aún, pero estoy segura de que más de una necesita su dosis de "SOMBRAS" para animarse... Sí, definitivamente ésto es más de mujeres. Yo por si acaso me voy a comprar un par de SuperPeines de repuesto... no sea que se agoten.

OH MY CURL!




sábado, 2 de noviembre de 2013

Esto es Halloween...

Lo tengo asumido. Mi umbral del dolor está bastante por debajo de la media aceptable para una persona adulta. No, no soy nada sufrida, ¿qué queréis que haga? Me da fobia la sangre y todo lo relacionado con ella: agujas, hospitales… Me da por desmayarme. “Flojuna” que es una.

Hace un par de meses comenzó mi martirio particular. Me confirmaron que SI, que me iban a quitar las muelas del juicio. Por una parte parecía todo un milagro, teniendo en cuenta que era por la Seguridad Social y sólo habían pasado unos meses desde la visita al Sr.-Dr. Odontólogo. Pero por otra, en mi interior comenzaba a menearse el gusanillo del pánico pre-operatorio.

Como no tenía suficiente con taladrar a mis padres y a Roberto (mi Santo marido), comencé a incluir en los mantras diarios a mi jefe. Sí, ¿porqué no? Si él me cuenta sus movidas, digo yo que también le toca aguantar las mías. Y tantas veces saqué el tema, y tantas veces me quejé de mi desgracia, que creo que el pobre hombre ansiaba en silencio la llegada de ese gran día en que mi dentadura sería por fin profanada.

Y llegó, vaya si llegó. El día 29 de octubre me operaron en la UCSI, no se si lo conocéis pero se trata de una unidad de cirugía sin ingreso. Te hacen ir a las 08:00 de la mañana, por supuesto en ayunas desde la noche anterior, y esperas en una sala con ese glamuroso pijama de los hospitales, hasta que llega TU TURNOOOOO…

En ese tiempo de espera me dio por observar a mis congéneres y a sus acompañantes. Hay que ver lo rarita que es la especie humana. Entre la fauna a mi alrededor destacaré a la PAREJA DE ABUELITOS. Rondando los 75-80 tacos. De los elegantes. Ella pintada, incluyendo raya y sombra de ojos azul, él con pantalón de pana y americana de cuadros. Confunden a todo el mundo con efermer@s, incluyéndome a mí. La mujer no para hasta conseguir una manta para su marido “que va en cueros y en el quirófano hace mucho frío”. El marido no se da por vencido hasta averiguar dónde está “esa enfermera tan simpática de la otra vez”, e insiste hasta que la llaman para saludarla.

De boca éramos tres. Por supuesto, a mi me tocó ser la última, lo que supuso esperar hasta las 12:00 para pasar a quirófano y cuatro largas horas de patiment i molta fam imaginándome la dichosa operación. Por unos instantes pensé que lo que pretendían era que me desmayara de hambre y así ahorrarse la anestesia. Siempre podrían alegar daños colaterales de la crisis. Ya estaba a punto de pedir un gotero de chorizo, cuando el celador me llamó.

Entonces sí que comenzó un verdadero CIRCO DE LOS HORRORES. La Sra. que ponía las vías (esa palabra me revuelve las tripas) tenía un mal día. Le habían cobrado 50€ en la peluquería por cortar, mechas y secar. Y mientras lo contaba como si le fuera la vida en ello, consiguió el espeluznante record de romperle TRES venas a la pobre Sra. que tenía al lado. Yo era su siguiente víctima y como la masacre anterior no había sido suficientemente sangrienta, decidió ponerme la vía torcida.

Mi aguante fue infinitamente inferior al de la sufrida mujer de las venas rotas. Me desmayé. Claro, ¿es que acaso esperaban otra cosa? Ya de fondo oía frases sueltas como “¿Cuánto pesas?”, “Monitorizadla!”, “Esto te tranquilizará”, y mientras yo me debatía entre las dos dimensiones aprovecharon para ponerme la dichosita vía en la otra mano y chutarme un relajante, que ya había montado suficiente espectáculo.

Luego, ya en quirófano, la anestesia general hizo su maravillosa labor y me dejó lo suficientemente muerta como para no notar res de res. Mucho mejor que cuando nació Joanna, aquella vez la epidural no fue bastante para contener a mi “yo poseída” y los experimentados Srs. Doctores me ataron de pies y manos a lo  “Jesucristo Superstar”. Pero esa es otra historia… El caso es que desperté sobre las 17:00, y como Mr. Murphy andaba aburrido, pues me volví a desmayar al ir a mear. De premio me tocó: otro gotero!

Vale. Ya está. ¿Y ahora qué? Pues ahora es cuando la simpática enfermera te cuenta (con una sonrisa bastante sospechosa) todas las cosas “normales” que te pueden ocurrir en tu casa, entre ellas: vomitar sangre y hematomas varios. Te dan todo el doping habido y por haber y te mandan pa’casa (que ya son casi las 18:00). Eso sí, unas tres horas después te llaman para comprobar que no has muerto y poder dormir tranquil@s (supongo).

Esas primeras horas, incluso el día siguiente no fue mal del todo, quitando lo antiestético de parecer una ardilla merendando una gran bellota, los restos de la anestesia en mi organismo ayudaban bastante. Pero el tercer día, es decir el 31, NOCHE DE HALLOWEEN, llegó el horror. Una bacteria antisistema consiguió saltarse la valla de seguridad del antibiótico y okupar uno de los puntos de la extraída muela izquierda: INFECCIÓN. Creo que es la primera vez en mi vida que Joanna me ha “molestado”. Sí, era como un extraño sentimiento de culpa mezclado con un “por favor que alguien se lleve a esta niña de aquí o me estallará es cerebro en 3-2-1…”.

A la mañana siguiente cogí mi móvil y tuve que escribir por WhatsApp las palabras que había intentado evitar a toda costa: “Chicas aplazamos la Fiesta de Halloween, estoy hecha polvo”. Y es que la colla d’amics teníamos organizada una fiestuqui para nuestros nanos y nanas con “detodo”: decoración, merienda, invitaciones, manualidades… Aceptémoslo, hay “americanadas” que molan y los nanos lo flipan con Halloween. De momento el nuestro tendrá que esperar una semanita. Más vale tarde que nunca, y para entonces yo ya habré regresado de entre los muertos…
OH MY CURL!

miércoles, 11 de septiembre de 2013

Esos maravillosos días.

"Mami? Maaaaaamiiiiii!!!" Aprieto los ojos, debo de estar soñando... "Mami estás sorda?!?!" Me doy la vuelta e intento abrir el ojo derecho pero las legañas no me dejan, lo intento con el izquierdo... este sí. Veo una silueta y unos pelos locos. No hay duda, es ella. "Buenos días amor..." le digo intentando suavizar mi voz de ultratumba. Se ha metido en mi cama y me está dando palmaditas "cariñosas" en la cara. "Te despiertas ya o qué dormilona?. A ver, espera que me lo pienso... NO! No me quiero despertar! "Mami, ya estás de vacaciones verdad?" "Sí Joanna, y son las 08:00, así que vamos a dormir un poquito más, por favor". "Vale" dice ella. Cómo? Vale? Lo he conseguido? Wow!...

Un segundo de silencio después... "Mira mientras tú duermes te voy a contar una cosa, vale mami? "Vale"... qué remedio? "Mi amiga la araña, la que vive debajo de mi cama, trabaja de bombera..." Un ratito después... "...y entonces las hormigas vienen a ayudarla. Mami!!! Me oyes?!". "Sí, sí, te oigo, te oigo...". "Yo quiero desayunar ya mamá!". Ufffff... "Venga vamos". Me levanto y entro al baño, esquivo al espejo, hoy no voy mirarme, no me hace falta, es mi primer día de vacaciones y no pienso ni lavarme la cara.

Preparamos el desayuno para las dos. Estoy a punto de acabar de untarme la primera tostada, levanto la vista y Joanna?... ¿dónde está esta niña?. Se ha volatilizado y ha aparecido en la alfombra de los juegos rodeada de varias Barbies y sus correspondientes complementos. La veo un poco borrosa. Ah! Claro! Las legañas siguen ahí. Desayuno tranquilamente mientras escucho de fondo cómo Barbie y Kent se casan en una ceremonia con cura y todo! Yo flipo. Pasan unos minutos, no se si muchos o pocos, sí, me he quedado un poco empanada.

La sensación de sueño mezclada con la relajación no me abandona, me persigue aunque ya me he tomado mi dosis de Nescafé. Da igual, estoy de vacaciones, pienso mientras intento enfocar de nuevo la vista en Joanna. Ya he cambiado de juego, ahora las Barbies están en el hospital. Les ha metido algo debajo de la ropa. Ostras! Están embarazadas y van a tener a los bebés. Madre mía! Me froto de nuevo los ojos y por fin mi dedo anular consigue cazarla. Bravo! "Mami me disfrazas de princesa?". "Claro que sí amor, vamos!".


OH MY CURL!




miércoles, 31 de julio de 2013

Un blog? Y eso pa'qué?

Buena pregunta, la verdad. Cuando le cuento a la gente que escribo un blog, me miran raro. Cuando les digo que trata sobre el pelo de mi hija, me regalan un "ah, si?" y media sonrisa que esconde un descojono interior, fijo. Y es que si lo pienso bien, vaya chorrada, no?. Ni yo misma sabía, hasta hace a penas dos meses, lo que era realmente un blog. Ahora que lo escribo… pues tampoco lo sé muy bien, así que no me extraña la reacción de los demás.

Después de leer el blog de una amiga, me picó la curiosidad y me removió un gusanillo que tenía por ahí, en alguna parte, dormido o más bien en coma profundo. Lo descarté un par de veces antes de decidirme, y bueno, siendo gratis, poco tenía que perder, así que al final comencé a teclear.

Al principio mi intención era la de contar, únicamente, nuestras experiencias con el pelo rizado de Joanna. Porque hay una cosa cierta, y es que hay muchísima información sobre pelo afro en Internet, pero prácticamente nada sobre pelo rizado en raza blanca y aún menos en niños. Además gran parte de esa información está en inglés. Así que supuse que alguien más podría estar en mi misma situación y quizá lo que yo contara le podría ayudar.

Pero una vez me puse a escribir me di cuenta de que las historias no eran sólo del pelo de Joanna, eran de ella, y de mi, de nosotros, y de nuestro entorno. Su pelo y ella crecían y muy rápido, y en ese tiempo, en esos 4 años, habíamos vivido tantas cosas… Todas era imposible contarlas pero quizás algunas sí.

Me he divertido mucho recordando, dando forma y contando nuestras cosas, convirtiéndolas en historias. Todas ciertas, lo juro!. Y si han arrancado alguna sonrisa, pues mucho mejor. Gracias a los amig@s y a los que no conozco (si es que hay algun@) por leer todos o algunos de mis posts.

A partir de ahora publicaré esporádicamente, conforme vayamos recopilando historias. De momento cerramos por vacaciones. Pero como el dichoso gusanillo se despertó con ganas, es posible que ataque con otros blogs… aunque eso ya os lo contaré.

Un beso de mi parte y otro de Joanna. Feliz verano!.
OH MY CURL!








martes, 30 de julio de 2013

Jugando, imaginando, contando...



Una de las cosas que me encanta de ser mami, es ir descubriendo los gustos de Joanna. Ver qué juegos prefiere, cuales le aburren, sus cuentos o peluches favoritos... En los niñ@s muchas veces esto de los gustos y preferencias va por rachas que luego cambian o varían, pero se van empezando a "quedar" ya algunos aspectos bastante definidos.

Mi chica siempre ha desarrollado mucho más "la lengua" que "las piernas", vamos que prefiere hablar a saltar. Supongo que por eso, también prefiere los juegos más tranquilos: puzzles, pintar, muñecas... y cuentos, muchos cuentos. Le gusta que se los contemos, contarlos, mirarlos, inventarlos y hasta escenificarlos.
Sí, escenificarlos. Yo este año tengo tres nominaciones para los Goya a la mejor actriz de reparto por mis estelares actuaciones de: LOBO en CAPERUCITA ROJA, BRUJA en BLANCANIEVES y ÚRSULA en LA SIRENITA. Roberto lo tiene más fácil, porque siempre es el PRÍNCIPE. Joanna, cómo no, la PRINCESA protagonista. También imaginamos nuevas princesas y hadas, sus nombres, su ropa, sus historias... eso sí, todas tienen un denominador común: el pelo rizado.
Otra afición muy divertida es la de coleccionar cosas absurdas y para nada coherentes. Por ejemplo, ahora está recopilando dentro de un estuche: las piedrecitas que se le quedan enganchadas en las zapatillas, hilos, hojas y tapas de Danoninos. Y los bichos, muy importante. Le gustan toda clase de bichejos, entre sus preferidos: bichosbola, zapateros, arañitas y hormigas. No le importa cogerlos y dejarlos pasear por su manos y brazos. Qué asquito!. Por tamaño, les siguen las lagartijas, lagartos y murciélagos, y luego ya lo normal, conejos y perros.
Así que no os extrañará si ahora os cuento que le encanta que veamos juntas la revista de National Geographic, y le explique (como bien puedo) todas las imágenes que aparecen. Para ésto es muy importante hacer una inspección previa de la revista, porque es muy difícil inventar una historia bonita de una foto dónde se ve como una tribu de la Selva Amazónica hace un sacrificio ritual de animales para ofrecérselo a su Dios Nosequé. Sí, me ha pasado. También miramos la ropa de las famosas en el HOLA y hasta muebles en revistas de decoración.

A veces jugamos a hablar en inglés, pero solemos acabar inventando palabras en idiomas nuevos y locos. Lo de maquillarse, maquillar, disfrazarse y jugar con las "joyas" de mamá, es también habitual en su repertorio. Ah!. Casi se me olvida, las "batallitas" de cuando éramos pequeños, reales o inventadas, puede oírlas cien veces sin cansarse. Sus favoritas sin duda, las de la infancia gamberra de su abuela en Trasierra.   

En fin, como veis, todo un "mezclaillo" de diversas y divertidas aficiones, que me encanta compartir con ella. Aunque también me gusta quedarme fuera. Mirarla mientras juega, casi siempre cantando entre conversaciones y razonamientos, con el motor de su imaginación a máxima velocidad. O relajada, en silencio, durante los 60 minutos de una hora o incluso más, mientras "lee" cuentos...

Como diría Gloria Fuertes, DE MI CHICA ME CHIFLA TODO... NO ESTOY CHIFLADA!

OH MY CURL!






lunes, 29 de julio de 2013

Plancha mala, mala, mala.

Hay una cosa que me molesta del pelo de Joanna, y es que tiene el don de la INOPORTUNIDAD. Suele quedarle un rizo precioso el día que nos vamos a quedar tranquilamente en casa haciendo NADA. Pero si hemos quedado para salir con los amigos o tenemos algún evento tipo boda-bautizo-comunión, ese día, justo ese día, el pelo de Joanna se revela contra mí. Ya ves, qué le habré hecho yo a esos rizos desagradecidos, para que siempre que tengo la posibilidad de demostrar mi valía como madre "pelo-competente" me dejen en evidencia.

Sin embargo hay una cosa que aún me da más miedito. Y es la frase "pues mi hija lo tenía igual". Hay mucha gente que me lo dice, y en la mayoría de los casos, la conversación acaba con un "no ahora que ya es mayor no me da ningún trabajo, ya se lo PLANCHA sóla". Qué?! Plancha?!. Me estás contando que después de lo que me ha costado aclararme con el Rey León, dentro de unos años ella misma cogerá el "chamuscapelo" y se lo... no puedo ni decirlo. Y lo que es peor, antes de eso, me pedirá que yo se lo...?!

Vale, vale, no es para tanto... ¿Y cómo podría yo, que he llevado el pelo bicolor y hasta con alguna horrorosa permanente, pedirle que no experimente con su propio cabello?. No lo haré. Pero me encantaría que, al igual que ahora, cuando sea mayor, esté orgullosa de su pelo rizado. Por si sirve de algo, yo le recordaré una frase que me dijo el otro día: "¿Mami por qué todo el mundo me dice que tengo el pelo muy bonito?. Y es que lo tiene.

De momento aún es pequeña pero... qué vértigo esto de que se hagan mayores tan rápido, verdad?. Tenemos la pubertad acechando a la vuelta de alguna esquina y yo aún no me hago a la idea de que ya no es un bebé. No se si a vosotros os pasa, pero yo me pregunto mucho cómo será Joanna de mayor. No sólo físicamente, si no cuáles serán sus gustos, qué querrá estudiar (si es que quiere), qué estilo de vida escogerá, sus amigos... Todo su mundo. Aunque la reflexión siempre me deja con el mismo sentimiento: que sea FELIZ.
OH MY CURL!









viernes, 26 de julio de 2013

Y por eso me estoy quedando calvo.

Rober, mi chico, el papi de Joanna, es lo mejor in the world. Llevamos juntos… o más. Y el tío, no es sólo que aún me aguanta, es que además ME QUIERE MIL igual que yo él. Decir estas cosas da pudor hasta escondida detrás de un perfil de blogger, pero con los tiempos que corren y lo feucho que está todo por ahí afuera, hablar de amor del guapo nos viene bien a todos. No?.

Como en todas las parejas, o eso creo, existe un antes y un después de ser TRES. Ahora el 90% de nuestro tiempo se lo dedicamos a la peque y el 10% restante lo exprimimos al máximo porque es NUESTRO. A veces nos volvemos "locos" y dejamos a Joanna con sus abuelos y... nos vamos a cenar y al cine y... entonces es cuando por fin, solos los dos... nos dedicamos a hablar de la peque, de lo bien que te sientes cuando la dejas y no llora, de si ya estará durmiendo, de a qué hora la recogemos mañana... 
Joanna se parece a su papi, menos mal. Igual de simpática y abierta, toda una relaciones públicas. También tiene toda su cara. Aunque cuando se enfada se parece más a mí. Creo que se le van a dar bien los idiomas y ese punto me lo adjudico yo, eh!. El tema de su pelo rizado, sigue siendo una incógnita. Algún gen perdido debe pulular por los cromosomas de la familia de Rober y se ha hecho notar en la tía Olga, la teta Ana y, por suerte, en mi chica.

No es por echarme flores, bueno sí, pero yo soy la única que se medio aclara en la lucha con la melena leonina. Porque Roberto evita, como bien puede, el momento desenredado-peinado. El pelo de su niña le asusta cual Medusa mitológica, aunque no tiene miedo de convertirse en piedra si Joanna lo mira, tiene miedo de mi cara de “deja, que ya se lo arreglo yo”. Por eso cuando, no le queda otra que enfrentarse él solo al temido momento, me envía fotos o videos por whatsapp esperando mi aprobación antes de salir a la calle. Debo de ser muy malvada.
Pero en lo que mi chico es un todo campeón es soportando mis momentos “Cari estoy pensando…”. Porque esa frase, entre otros temas, puede ir seguida de una extensa disertación sobre posibles cambios o pruebas de nuevos productos para el pelo de Joanna. Él no sólo me soporta el rollo, si no que además ME ESCUCHA, y eso que puedo llegar a ser terriblemente cansina.

Y ya como remate final para coronarlo como mejor “papi-marido del año”, Rober se presta como voluntario para acabarse todos los champús que voy descartando porque no me gustan para Joanna, pero que me duele en el alma tirar a la basura. Al menos, ésto último le sirve de excusa, y según él la causa de su incipiente alopecia es tanto cambio de champú. Pero él ya sabe que a mi me gusta calvo. Te quiero amor!.

OH MY CURL!

jueves, 25 de julio de 2013

Clases de peces.


Joanna va al cole de delante de casa. Una escuela pública. La misma a la que fuimos su padre y yo. Como ya he contado, este ha sido su primer año de colegio y ella y sus compañeros votaron en asamblea ser la “clase de los peces”. En su clase hay muchos y muy diferentes tipos de “pececillos” y nosotros estamos encantados, porque Joanna va a tener la oportunidad de crecer y aprender junto a compañer@s de diferentes razas y culturas.

Los padres tenemos también la suerte de poder participar en primera persona en las clases de nuestros hij@s, mediante talleres que se realizan en el cole. Es un verdadero gustazo entrar en su aula y bucear por ese pequeño océano de colores y sonrisas. Yo, que aún recuerdo mi clase de parvularios, y hasta el día en que me corté el pelo con las tijera de papel... Me parece increíble estar ahora ahí, siendo yo el adulto, intentando enseñarles algo y compartiendo con ellos ese maravilloso ratito.


Como decía, algunas familias llegaron desde mares lejanos, supongo que buscando mejores aguas donde criar a sus "pezqueñines". Noor es hija de hindúes, llega al cole siguiendo una larga fila de primos y hermanos capitaneada a veces por un tío, a veces por su madre. Todos llevan los ojos perfilados de negro. Los padres de Yassir son árabes. También los de Safa, su madre y yo bromeamos porque ella y Joanna tienen el mismo pelo rizado, aunque Safa lo lleva mucho más cortito. En la clase de al lado, la de "los cocodrilos", hay un niño chino, su padre llega siempre en su "superbicleta" y con cara de prisas porque se le ha hecho tarde...

Y así hasta un 25% de niñ@s del colegio pertenecen a familias extranjeras, procedentes de muy diversas nacionalidades, cada cual diferente, cada cual especial. Aunque la convivencia no siempre es fácil, los niños lo consiguen, sin esfuerzo, desde su espontaneidad y con la libertad que les proporciona su falta de prejuicios. Así que pensándolo mejor, quizá seamos nosotros, los adultos, los que tenemos que aprender algo de nuestros hijos.

A mí, como siempre inmersa en mi "mundo-curly",  no deja de maravillarme cómo las niñas de otras razas lucen sus largas melenas rizadas como si nada. Me explico, me da la sensación de que a sus madres no les cuesta nada batallar con esos pelazos. Desde luego que su cara, a las 9 de la mañana, en la puerta del cole, NO es la de "me he tirado 15 minutos para desenredar", la mía SÍ. Sé que los rizos son diferentes para cada raza, que hay muchos tipos y que cada uno requiere de unos cuidados concretos. Aún así, siempre me pregunto cómo lo harán, aunque claro, ellas me sacan unas cuantas generaciones de ventaja… Quizá algún día me atreva y les pida que me lo expliquen.

OH MY CURL!





miércoles, 24 de julio de 2013

Pediculosis, o lo que vienen siendo piojos.

Mi madre lo tenía muy claro. ¿Para qué gastarte el dinero comprando un producto en la farmacia si con vinagre y una bolsa de basura se podían matar los piojos?. Y es que nuestras madres no son como nostr@s. Ellas se apañaban con lo que tenían a mano. Ni minicunas ni maxicosis, ni esterilizadores ni walkies. La palabra ergonómico no existía en su vocabulario, ni falta que les hacía. Nuestros padres no tenían esa cantidad de necesidades más o menos infundadas que nos invaden ahora a nostr@s. Y es que nos ha tocado ser papis y mamis en una sociedad "consumista-compulsiva" (en la cual me incluyo yo la primera). Pero gracias a ellas y a ellos vamos a dar a nuestros hij@s lo que sí que nos dieron a nostr@s, lo realmente importante: muchísimo AMORCITO DEL BUENO.
Volviendo al tema PIOJO. Yo he tenido mucha suerte, de pequeña jamás he cogido, y espero no coger ahora de vieja. Y tengo mucho mérito porque mi más mejor amiga y su hermana, que vivían en el piso de abajo, y dónde yo pasaba horas y horas, cautivaban a esos bichejos a quienes les encantaba mudarse a vivir a sus largas melenas. Mi hermano era otro "piojoso" y en verano en el chalet siempre acababa "esquilado" después de que mi madre le aplicara su cura milagrosa e infalible de "vinagre+bolsadebasura". Ya sabes, las B-B-B (Brujas Buenas Belloteras) utilizan sus propios métodos. Como os digo, yo me libré!

Parece que, de momento, Joanna se parece a mi en esto de la pediculosis. Sus largos y espesos rizos han sobrevivido a un año de guardería y al primer año de cole sin la temida "visita". Aún así cada vez que Joanna llega con LA NOTITA a casa yo tiemblo: ".... vigilad la cabeza de vuestros hij@s...". Aunque el pediatra de mi hija dice que NO hay nada que evite los piojos, yo, y sólo por si acaso, he utilizado dos productos:

* En la guardería: Mezclaba tres gotitas de aceite de árbol de té en la dosis de champú que le fuera a poner.
* Ahora: Uso un spray libre de parabenos y siliconas (recuerda que soy la Bio Bruja Ecológica), que además me ayuda desenredarle un poco el pelo (Equave Kids de Revlon). 

También tengo en casa una liendrera, por si las moscas, bueno por si los piojos... Aunque si le preguntas a mi madre, seguro que te responde: "¿Y eso de la liendrera qué es?. Hay que ver cuantas tonterías que tenéis ahora...". Mami, eres la mejor!

OH MY CURL!


martes, 23 de julio de 2013

RASTAH Princess.

Nunca digas "nunca jamás" o como diría mi hermano, no seas "bocachancla". Puedes estar completamente segur@ de algo y al tiempo sorprenderte a ti mism@ haciendo justamente lo contrario. ¿A quién no le ha pasado alguna vez?. A mí continuamente. Lo que ocurre es que en ese momento nos invade una especie de amnesia repentina y selectiva que nos impide recordar lo que habíamos afirmado con tanta rotundidad.

Como digo, yo soy muy dada a las "bocachancleces". De este blog ya os puedo contar dos:
1.- En rebajas me he comprado un montón de ropa en tonos PASTEL.
2.- A Joanna le mola el rollo "PERROFLAUTA".

Del punto 1, poco más que añadir: Digo que no me gustan los tonos pastel y me compro ropa "pastelosa".
El punto 2, me da para más desarrollo: Sorprendentemente y después de dedicar varios de mis posts a contar que mi chica es una Princesa Brilli-Brilli, resulta que igual ella aún no lo tiene tan claro como yo creía. ¿Que cómo lo sé?. Sucedió tal que así:

Me había tocado trabajar esa tarde, y llegaba a casa pasadas las 19:00h, con las típicas ganas locas de besar y achuchar a mi nana. Pero, para mi sorpresa, ella tenía cosas más importantes que hacer. Teníamos visita (yo no lo sabía). El tío Adri venía con una amigas nuevas y Joanna estaba muy ocupada ejerciendo, como siempre, de relaciones públicas.
La princesa estaba alucinada con sus nuevas "tías": Rastas en el pelo, julajops que giraban, sonidos de timbales y hasta una casa con ruedas tenían. Muchas cosas nuevas que además resultó que le encantaban. "Mami yo esta noche duermo en la caravana de las tías", me dijo dejando por un momento el julajop que intentaba hacer rodar alrededor de su cuerpecillo.

Estuvo pegada a ellas hasta que se fueron. Hablando, preguntando, mirando, jugando... Acababa de descubrir otro tipo de princesas y le habían gustado mucho.
Roberto y yo tendremos que esperar a que vaya descubriendo cosas, conociendo gente, observando el mundo, creciendo, antes de que ella misma decida si quiere ser Princesa Brilli-Brilli, Rastah Princess, o ...
OH MY CURL!





lunes, 22 de julio de 2013

La garrapata trapecista.

 
Primera excursión de la "clase de los peces" y justo se pone a llover. La lluvia, ese fenómeno meteorológico que tanto nos trastorna. De repente nos olvidamos de cómo se conduce, nos paralizamos y nos quedamos en nuestras casas sin salir, no sea que nos mojemos, porque mojarse es malísimo.

Pues podrás entender cómo afecta la lluvia a un grupo de madres histéricas porque es la primera excursión de sus "bebés" y se van nada más y nada menos que a la granja-escuela. En realidad nosotras no éramos capaces de visualizar una granja, sólo imaginábamos a nuestros hij@s chopados y rebozándose en un barrizal horroroso que olía a animales.

Tras la típica despedida del autobús: madres y abuelas medio llorando y niñ@s mirando con cara de "¿pero a estas qué les pasa?", el grupo del whatsapp llamado "la clase de los peces" empezó a echar humo. Los mensajes se amontonaban de tal forma que no daba tiempo ni a leerlos.

¿Ya habrán llegado?. ¿Les habrá llovido por el camino?... y lo más importante de todo: ¿Allí estará lloviendo ahora?. Hasta que una de las madres tuvo una brillante idea: llamar al Ayuntamiento del pueblo donde se encontraba la granja. ¿Qué?. Es verdad!. Llamó y preguntó: "¿Qué tiempo hace por ahí?. Es que tenemos a los nanos en la granja-escuela y claro como aquí esta lloviendo, pues estamos un poco preocupadas...". Y desde ese momento ella es nuestra presidenta de honor.

Resulta que no llovía y que se lo pasaron genial. Pero a la vuelta una "inquilina" se había unido a ellos. El whatsapp se volvió a activar y de nuevo... en llamas!!!. Habían encontrado una garrapata caminando alegremente por la cabeza de uno de los peques.

El terror se apoderó de mí. Le acababa de quitar a Joanna la coleta, y tenía todo el pelo enmarañado, había llevado gorra y había sudado así que aquello era un panorama. Yo miraba el móvil y luego miraba la mata de pelo mientras me imaginaba a la garrapata por ahí dentro, en algún lugar, deslizándose por los pelillos como si fuera una trapecista y pensando, feliz, que allí dentro jamás la encontrarían.

Cuando Joanna acabó de merendar (venía famélica), la sometí a una inspección exhaustiva de pies a cabeza (en la cabeza me detuve bastante más) que resultó negativa. Uffff que alivio... Ahora sólo me quedaba continuar preocupándome cada día por la dichosa pediculosis, vamos, lo que vienen siendo los piojos.

OH MY CURL!




viernes, 19 de julio de 2013

MERIDA, pero qué te han hecho?

¿En serio?. ¿De verdad que ésto era preciso?. Yo creo que no. Estaba felizmente engañada creyendo que Disney había sido capaz de crear una Princesa Disney diferente, y van y me hacen ésto. Se ve que la pobre Mérida no era suficientemente buena tal y como la habían dibujado al principio (imagen de la derecha), así que le han hecho unos cuantos "retoques estéticos" para "mejorarla" (imagen de la izquierda) y que pueda unirse al clan de las Princesas Disney.

Al fin teníamos una princesa "alternativa", que se valía por ella misma, sin príncipe, pero con una madre con la discutir y de la que aprender, unos hermanos "cabroncetes" y un padre al que admirar. Mérida tenía su propio estilo porque tenía su propia personalidad, era libre, pero parece ser que todo eso no sirve.

Para poder aparecer en el "photocall" con el resto de las princesas, a Mérida la han cambiado por completo. No se trata sólo de que le hayan peinado su melena enredada y loca, de que le hayan puesto rimmel y pintado los labios, ni siquiera de que le hayan estrechado la cintura y cambiado su vestido de "guerra" por uno de brillos. Se trata de que esa nueva princesa, simplemente no es Mérida, es otra a la que la Brave original no se hubiera querido ni parecer.
Sus propios creadores se han olvidado del mensaje de la película: Ser diferente no es malo, hay que saber aceptar a cada uno como es y aprender a quererle respetando su forma de ser. ¿O es que yo la entendí mal?. Demos la oportunidad a nuestr@s hij@s a verse reflejados en otros modelos, en otros estereotipos. Que al menos puedan comparar y elegir a quien quieren parecerse y a quien no. Y ojo que yo no digo que sea mejor ni peor, sólo digo que... HAY VIDA DESPUÉS DEL BRILLO!!!.

OH MY CURL!


jueves, 18 de julio de 2013

Yo me peino sola que me caso.

Como ya he contado antes, Joanna es cada vez más autónoma en el cuidado de su pelo. Está claro que aún tendrá que crecer mucho más para encargarse ella personalmente, pero va haciendo sus pinitos. Hace poco me pidió que la dejara desenredarse a ella sola. Viendo que se haría daño le ayudé un poco al principio quitando los nudos más difíciles.
Cuando llegó su turno cogió el peine y se plantó delante del espejo grande de mi habitación. Comenzó a cepillarse muy orgullosa y me dijo: "Mami hoy me peino yo sola porque me caso". "Muy bien cariño", le contesté yo pensando en todo el trabajo que iba a tener mi chica con eso de las bodas. Y es que Joanna tiene previsto casarse con 5 maridos.

Yo ya le he dicho que quizá va a ser un poco de lío tener tanto marido, pero ella lo tiene clarísimo: 5 maridos no es problema si te compras una casa con 5 pisos. O al menos, esa es su teoría. Tiene pensado hasta el reparto de las tareas: un marido que trabaje, otro que le ayude con los niños, otro con la casa y otro para irse de fiesta. ¿El quinto?. No le he preguntado...


Y es que en esto del amor mi chica ha salido muy precoz. A los 2 años ya se sonrojaba si había algún niño que le gustaba. Ahora, con casi 4 añitos, esta es su "love-list":

* PAU: Es el marido "original". El primero de sus amores. Son amigos desde siempre. Es responsable y valiente. Le gusta cocinar y la cuida.

* STEFANO: Es el marido "vecino". Vive en el piso de arriba. Es italo-valenciano. Le encantan las motos, los coches y el fútbol. La hace reír con sus "trastadas".

* GORKA: Es el marido "hippie". Divertido y lleno de imaginación. Es argentino-valenciano. Le gusta la música, los animales y hablar, hablar, hablar...

* NATXO: Es el marido "superhéroe". Su salvador. Si le pegan en el cole, él la defiende y tienen una táctica secreta para que la "profe" no lo encuentre.

* MARC: Es el marido "platónico". Es de la "clase de los mayores". Ella lo persigue por todo el patio, y él pasa de ella, pero "es tan guapo mami...".

Exceptuando el último, porque a mí eso de sufrir por amor no me ha ido nunca, es normal que Joanna no pueda elegir. O no?. Si tienes 5 amores, pues ya está, 5 maridos!. Yo también me he "amorado" de ellos y me pido ser la suegra de todos. Sólo falta ver lo que opinan ellos... y Roberto (el padre de la novia).

OH MY CURL!




miércoles, 17 de julio de 2013

Prometo solemnemente no cortarme el flequillo (PARTE 2).

Después de aquel final de año tan movido, y en un momento de debilidad (o de enajenación mental), le dije a Joanna: "Me voy a dejar el pelo largo". En aquel momento no me pareció tan imposible. Llevaba ya casi 8 años con el pelo cortísimo, ¿por qué no iba a ser capaz de dejarme una melenita?.

Joanna se lo tomó al pie de la letra y me lo recordaba constantemente, no se me fuera a olvidar. Para hacerlo oficial me fui a la peluquería y les dije: "Chicas voy a estar sin venir una temporadita, porque voy a dejar que me crezca un poco el pelo, me apetece cambiar". Primero careto de sorpresa y pausa..., después comentario: "Tu hija, no?. Ya te ha convencido Joanna" y... risas. Salí de allí con la sensación de que no se lo habían creído. Bueno pues ya verán como sí, pensé.


Lo sabéis, no?. Lo horrorosa que es la fase de pelo corto a largo. Al principio estaba animada, convencida de que lo iba a lograr. Si hasta Joanna ya jugaba conmigo a peluqueras!. Tenía que ser fuerte y resistir. Otra carrera de fondo y ésta era de las largas. Nota mental: comprar zapatillas de running en Decathlon.

Me costó casi una semana levantar el teléfono para llamar a la peluquería y coger cita. Que vergüenza!. Si no hacía ni dos mes que estuve allí y ya me daba por vencida... Pero mi deseo de volver a verme bien era muy superior a mi orgullo y por fin marqué: "Unika Estilistas!. Sí Alex, dime?. Cómo?. Cortar?. Jajajajajaja...". Desazón.

Esta vez había hablado primero con Joanna, le había explicado que yo me veía fea con ese pelo y que necesitaba ir a la peluquería. También avisé a la peluquera de que me cortara pero con "control". "Por favor que no se me transparente el cuero cabelludo" le dije. Así que el resultado fue menos traumático para todos.

Intentando evitar nuevos "enfrentamientos" yo he prometido solemnemente no cortarme mucho el flequillo y Joanna dejarse cortar el pelo, eso sí, sólo las puntas y sólo cuando sea absolutamente necesario.

OH MY CURL!



martes, 16 de julio de 2013

Prometo solemnemente no cortarme el flequillo (PARTE 1).

Últimamente no hago más que fastidiarla con el asunto de los cortes de pelo. En Nochevieja Joanna me montó un "cirio monumental" porque llegué a casa con el pelo acabado de cortar, bueno más bien de rapar. Y es que resulta que mi peluquera, hartita de planchar melenas y hacer recogidos varios durante toda la mañana, pensó que sería una buena idea cortarme el pelo a lo teniente O'Neil (no tanto pero casi).

Me habían citado a las 12:00h y salía de allí a las 15:00h, "matà de hambre" y medio calva. Aunque lo peor estaba por llegar: 30 minutos de llorera máxima porque "te has cortado demasiado el pelo y no me gusta, es de chico". A mi tampoco me gustaba mucho, pero jolín, que sólo era pelo y el pelo crece!.


Mi estómago vacío y mi cabreo por haber perdido 3 horas en la peluquería, unidos a aquella pataleta eran demasiado para mí. No me quedó otra alternativa, e hice lo que tenía que hacer: comerme un bocadillo de jamón, endosarle la niña a Rober y HACERME UNA SIESTA.

Normalmente las siestas me suelen funcionar. Dejo dormitar mi "mala leche" un rato y me levanto mucho mejor. Pero estaba claro que ese no era mi día, al menos no de momento. Me miré en el espejo del baño casi esperando lo peor... El poco pelo que me quedaba se había aplastado por un lado y me plantaba cara por el otro. Culpa de la laca!. Ya le dije que no me pusiera!.


Me estaba volviendo a agobiar. Ya era demasiado tarde para una segunda siesta. Pero aún me quedaba un as en la manga: una DUCHA BIEN LARGA. Aleluya!!! Se obró el milagro. El vapor había conseguido domar un poco aquellos "pelos-antisistema". Ahora sí, podía continuar con mi vida...

Ese día tocaba emperifollarse, así que me puse manos a la obra y saqué mi bolsita de maquillaje. Joanna tiene un sexto sentido que detecta en microsegundos si estoy utilizando algún producto de cosmética y, sin darme cuenta, la tenía plantada a mi lado, observando y preguntando, preguntando, preguntando... Le encanta que saque esa bolsita!.

Más o menos 10 minutos después, ya estaba lista. Sólo me faltaba colocarme mi nuevo vestido black&white del H&M. Sin darme cuenta, el buen humor había vuelto. Bienvenido viejo amigo!. Aunque no llevaba tacones, el vestido y el maquillaje me habían sumado muchos "joanna-puntos" y mi chica tampoco estaba ya enfadada conmigo. Entonces y sólo entonces, Rober suspiró profundo, aliviado, porque por fin volvía la paz...

OH MY CURL!



domingo, 14 de julio de 2013

RAPUNZEL, ya te vale!

Podría ponerme a divagar largo y tendido (tal vez algún día lo haga) sobre el efecto que provocan las Princesas Disney en nuestras hijas. Pero hoy me gustaría centrarme en una en concreto: Rapunzel. Y es que ya les vale!. Esa maravillosa princesa cuya virtud es la de tener un horripilante y excesivamente largo pelo mágico. Ya le podrían haber hecho una torre más bajita o al menos, dejarle un rollo de cuerda. ¿O es que nadie pensó en el daño que podría llegar a hacer la frase: "Mami yo quiero tener el pelo tan largo como Rapunzel!".?
Sea como fuere, a mí Rapunzel me cae mal. Como si no fuera ya suficientemente difícil convencer a Joanna de que se corte el pelo.Tiene casi 4 años y lo hemos conseguido casi 4 veces. Convencerla es como hacer una carrera de fondo, pero yo ni se correr, ni tengo fondo, así que al final suelo optar por la opción más sencilla: el SOBORNO.

Tengo que decir que la última vez, ese sistema tan poco ético, no me sirvió de mucho. Pero tuve una idea genial: me la llevé en plan "mañana de chicas" a un centro comercial. Y vaya que casualidades tiene la vida, que justo pasamos por la puerta de una peluquería infantil. "Mira Joanna una "pelu" para niñ@s. Qué bonita!.Quieres que entremos y te cortas aquí el pelo?". 

La verdad es que el sitio era monísimo. Joanna no resistió la tentación y aceptó. Por supuesto ella misma le dejó bien claro a la Srta. Peluquera, que quería cortarse "sólo las puntas". Lo había logrado!. Ahí estaba mi princesa, sentada en un "asiento-elefante", dejándose arreglar por fin esas puntas churrascadas estilo Mérida.


El sentimiento de victoria me duró bien poco. De hecho se derrumbó como si lo arrasara un tsunami cuando pasé por caja. Sí, le habían cortado las puntas, pero le habían hecho el pelo con tan poca gracia... y sí, se suponía que yo había "ganado", pero en mi monedero quedaban 17€ menos que antes de tener mi "genial idea".

En fin que me reafirmo en mi idea... Rapunzel, ya te vale!

Ahora es cuando podría omitir información, y no contar, que ya hemos comprado las entradas (de febrero-2014) para ir a ver a las Pricesas Disney en el espectáculo on ice. También podría ocultar que una de las princesas que "viene exclusivamente desde Disney a ver a Joanna" es justamente Rapunzel. Pero no lo haré!. Princesas Disney... hasta pronto :)










OH MY CURL!


viernes, 12 de julio de 2013

Cual perro de aguas (PARTE 2).

Sólo hay una cosa que no le permito hacer con el pelo suelto: COMER. A parte de ser muy antihigiénico y también bastante asquerosillo, es que Joanna tiene la costumbre de tocarse el pelo mientras come. Se lo puedes explicar a lo supernanny, a lo "madre-histérica" o en cantonés. Da absolutamente igual, ella se va a continuar tocando el pelo mientras come sí o sí.

Dependiendo de lo que esté comiendo mi nivel de "cabreo-freático" puede subir o bajar. Pero lo que no soporto es que se embadurne el pelo con "eau de salmón" o de cualquier otro pescado. Más de una noche me he visto lavándole el pelo con una toallita, cuando después de darle el beso de dormir, me he percatado del horroroso perfume.

Y es que ese pelazo suelto y en libertad es como una potente mopa "atrapatodo": pelusas, comida, hojas, arena, etc... Incluso es altamente peligroso y actúa cual imán para collares, pendientes, anillos y botones que acaban enganchados y enredados en sus tirabuzones.

Por eso Joanna sabe que en casa su pelo puede seguir siendo wild&crazy&free pero que para salir a la calle... nos tenemos que peinar.

OH MY CURL!




jueves, 11 de julio de 2013

Cual perro de aguas (PARTE 1).

Al principio me ponía de los nervios y corría detrás de ella por toda la casa con la diadema en una mano y los ganchos en la otra. Pero después de mucho tiempo observándola en su hábitat natural, por fin lo he entendido todo: Joanna tiene SUPERPODERES. Bueno, en concreto posee un "superpoder-especial-de-visión-ultrasónica". Esta arma secreta le permite ver cualquier cosa a través de una larga cortina de espesos y negros rizos. Es decir, que es capaz de ver perfectamente con TODO EL PELO EN LA CARA.


Ésto no es ninguna coña. Lo he comprobado científicamente y puede diferenciar entre Peppa Pig y George Pig, y lo que es aún más difícil, entre una Barbie de Mattel y una de los chinos, con el pelo suelto tapándole los ojos. También puede ver la tele, revistas y cuentos. Andar, correr, saltar y bajar escalones tampoco es problema. El superpoder es tan potente que le permite hasta dibujar, escribir su nombre y hacer puzzles.

Yo alucino por que a mi con que me caiga un mechoncito en el ojo, ya me entra el agobio y corro a ponerme algo que me mantenga el pelo apartado de lo cara. Y es que con el tema complementos es difícil que Joanna y yo nos pongamos de acuerdo.

Suelo aprovechar los días siguientes a lavárselo para dejárselo suelto, pero entonces ella decide que le apetece hacerse una coleta alta. Y al contrario, los días de gimnasia me gusta recogérselo, pero entonces ella opina que al chandal le va mucho mejor la diadema de lazos...

Con nuestros más y nuestros menos, Joanna suele salir de casa con el pelo aceptablemente bien. Aunque por casa la dejo a su aire, porque ella es feliz así... cual perro de aguas.

OH MY CURL!

miércoles, 10 de julio de 2013

... y mamá cuando le crezca el pelo (PARTE 2).

¿Cómo podía competir contra aquellos maravillosos y “ultra-femeninos” nombres? ¿Y qué culpa tenía yo de que las mamás del cole de Joanna fueran tan “fantáxticas” (como ella diría)?. Tatiana, Anessa, Ana Estela, Vanessa…

“¿Sabes qué mami? Tatiana, la mamá de Dylan, tiene el pelo tan largo que le llega al culo y Ana Estela, la mamá de Estela, siempre lleva tacones”. Me contaba.

Anessa, la mamá de Natxo, la tenía deslumbrada con sus brillos y complementos. Joanna se quedaba admirándola a la salida del cole... era como si la hipnotizara. Además tenía un arma secreta: Koki, su perrita toy, con un collar rosa con brillantes, metida dentro de un transportin en forma de bolso “super-ideal”. Eso es trampa, claramente!

“Alex es nombre de chico mamá. El papá de Gorka se llama Alex. Tú deberías llamarte Vanessa como su madre”. Me dijo muy seria y convencida. “Bueno, mi nombre es Aleixandra, pero me gusta que me llamen Alex”, le contesté yo casi justificándome y esperando su comprensión. “Pues a mi me gusta más Vanessa”. Vale, lo he captado.

Tendré que aceptarlo. Ya no tengo un bebé, si no una niña con sus gustos y su propia personalidad. Y así es mi chica la presumida, la que gira la cabeza por la calle para observar vestidos y tacones, la que “lee” las revistas de moda como si entendiera lo que está viendo, la que me hace anunciar su entrada cuando va vestida “de fiesta”, la que pide hacer ballet (por el tutú) y flamenco (por lo tacones), mi chica, la que me sigue dibujando… con el pelo largo. Y me encanta!

OH MY CURL!