Al fin teníamos una princesa "alternativa", que se valía por ella misma, sin príncipe, pero con una madre con la discutir y de la que aprender, unos hermanos "cabroncetes" y un padre al que admirar. Mérida tenía su propio estilo porque tenía su propia personalidad, era libre, pero parece ser que todo eso no sirve.
Para poder aparecer en el "photocall" con el resto de las princesas, a Mérida la han cambiado por completo. No se trata sólo de que le hayan peinado su melena enredada y loca, de que le hayan puesto rimmel y pintado los labios, ni siquiera de que le hayan estrechado la cintura y cambiado su vestido de "guerra" por uno de brillos. Se trata de que esa nueva princesa, simplemente no es Mérida, es otra a la que la Brave original no se hubiera querido ni parecer.
Sus propios creadores se han olvidado del mensaje de la película: Ser diferente no es malo, hay que saber aceptar a cada uno como es y aprender a quererle respetando su forma de ser. ¿O es que yo la entendí mal?. Demos la oportunidad a nuestr@s hij@s a verse reflejados en otros modelos, en otros estereotipos. Que al menos puedan comparar y elegir a quien quieren parecerse y a quien no. Y ojo que yo no digo que sea mejor ni peor, sólo digo que... HAY VIDA DESPUÉS DEL BRILLO!!!.
OH MY CURL!
No hay comentarios:
Publicar un comentario