Ella está muy, muy cansada y yo más. Hemos soportado estoicamente casi un cuarto de hora de tirones para desenredar y aún nos queda un rato de secar. Así que le digo, casi sin pensarlo: “Mira chiqui acuéstate en la cama boca arriba, con la cabeza pegada al borde y el pelo colgando”. Joanna me mira extrañada, pero enseguida sonríe y dice: “Vale mami que divertido” y corre a la cama. Yo tiro un cojín al suelo, me siento justo enfrente de su “melena-colgante” y empiezo a secar. Sin querer acabamos de patentar nuestro propio sistema de SECADO-ERGONÓMICO y funciona de maravilla!.
“Ya estáis tardonas?!”, se oye la voz de de Rober desde la cocina. Son casi las 21:00h.
A la mañana siguiente...
08:50h. "Saludamooooos". Joanna agacha la cabeza como si saludara a un público imaginario. Es el público que nos aplaude. Me aplauden a mí por haberle desenredado ese pelazo a contrarreloj y a ella por soportar como una campeona semejante martirio de buena mañana.
En ese momento en el que Joanna ve "el mundo al revés" yo aprovecho para apretar sus rizos de la raíz a las puntas. Mientras, reflexiono inconscientemente (valga la contradicción), cómo puede tener el pelo tan enredado si se lo lavé y desenredé anoche. De pronto escucho desde la calle las vocecillas de los niñ@s que van llegando al colegio. Me da una acalorada, hoy llegamos tarde. Pero si llevo en pié desde las 7!!!... “¿Ya mami?”. “Ay mi amor! Sí ya está teta”. Joanna levanta la cabeza. Ahora sí, pienso yo orgullosa al ver su preciosa melena rizada. Lo hemos conseguido!. Más aplausos por favor.
OH MY CURL!
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