martes, 15 de julio de 2014

¿En qué dirección te limpias el culo?

- ¿En qué dirección te limpias el culo? - Me pregunta el Sr. Ginecólogo, impasible, con la vista pegada a su ordenador, mientras la Srta. Enfermera me observa fijamente y sin reparos. Yo digiero la pregunta y me visualizo a mi misma limpiándome el culo antes de contestar algo dubitativa - ¿De delante hacia detrás? - Respuesta correcta!, intuyo por la cara del Sr. Ginecólogo, aunque la Srta. Enfermera no está muy convencida de que haya dicho toda la verdad.

Tan sólo unos minutos antes la misma enfermera había tenido una acalorada discusión telefónica con una compañera de laboratorio que se negaba a darle el resultado de mi cultivo vaginal. Y yo ahí, cómodamente despatarrada en el potro, convenciéndome a mi misma de que la postura era de lo más natural e intentando poner cara de normalidad.

- Gardnerella! - Había gritado al fin con tono triunfal. La Superenfermera había conseguido sonsacarle (quizá con amenazas) a la del laboratorio el nombre del bicho que me había tenido varios meses en un "sinvivir". - Pues no son hongos, es Gardnerella - Me repite el Sr. Ginecólogo. Pues vale, de lujo, Gardnerella, me lo explicas o me hago una búsqueda en Google?

Pues sí, una bacteria instalada en mis bajos fondos, era la culpable de las molestias. Ella, la Gardnerella, me había llevado de peregrinaje por ambulatorios y urgencias. Y en urgencias, fue donde conocí a la "Psico-gine-killer". Ginecóloga, mujer y joven, así que esperas algo de compresión y empatía, pero NOOOOOO!

Tú llegas a las tres de la mañana pensando en que se te va a caer la "pepitilla" al suelo si no te dan algo que lo remedie y lo que recibes es un monólogo en tono medio-alto, cargado de mala leche, sobre el mal uso que hacemos en España de la Seguridad Social y las urgencias, y que acaba con un "...y luego nos quejamos de que hay crisis!". Te muerdes la lengua, claro, porque aun no te ha hecho la exploración, y yo eso enfrentarme a la persona que te tiene que hacer una ecografía vaginal lo veía un tanto contraproducente.

Y luego, está lo otro, lo más divertido: Explicarle a tu jefe, que está medio mosca con tanta visita al ginecólogo, que NO estás embarazada, que lo que pasa es que estás "pelíntotaca", que no sabes limpiarte el culo y que has cogido una bacteria que se ha adueñado de tu vagina...


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