En nuestra casa han sido muy especiales y creo que no las olvidaré fácilmente. Y es que han llegado a nuestras vidas dos nuevos miembros que, además, parece que vienen para quedarse: LAS MONSTER HIGH y LA LIENDRERA.
Draculaura y Claudine Wolf, son las dos esqueléticas muñequitas que mi hija recibió cortesía de Papá Noel. No sé que ha podido pasar para que las niñas cambien a la perfecta-rubia-de-bote de la Barbie por las chonis-raritas de las Monster. Está claro que nuestra generación no tuvo mucho donde elegir, pasábamos de las Pin y Pon o Barriguitas a las Barbies y su mundo rosa pasteloso. Vale que la Barbie está un poco anticuadilla pero es que la Claudine lleva un puño americano! Nos estamos volviendo locos o qué???
Sin embargo sí hay algo que no ha cambiado con respecto a nuestra infancia. Y es que los niños y niñas de hoy en día también tienen piojos. Sí, así es. El temido momento llegó y por partida doble. No les bastó con colonizar la cabellera del rey león de Joanna, y decidieron hacerse un chaletito con vistas entre mis cuatro pelillos. Lo que para mí estaba siendo un trauma, para mi hija era todo una fiesta. "¿Mamá cuantos piojos llevamos ya?, "¿Ese era grande o pequeño?", "¿La liendre estaba viva?", "Qué guay mami, las dos somos piojosas a la vez!", "¿Me pones dibus mientras me pasas la liendrera?" y sobre todo "MAÑANA NO PODRÉ IR AL COLE porque contagiaré a todos mis amigos!".
Así es ella... happy with her new friends!
OH MY CURL!
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