Me equivoqué, ECZEMA no sólo no se fue si no que se extendió cada vez más por la cabeza de mi chica. Así que claro, acabamos en el pediatra que nos receta un loción con corticoides, sí con corticoides. Vale, pienso yo, lo compro y ya me pienso si se lo pongo (cosa que suelo hacer a menudo).
Pero nuestro archienemigo ganó terreno y no tuve más opción que ponerle el tratamiento (muy a mi pesar). Y claro, funcionó, si lo había dicho el pediatra como no iba a funcionar. En mi empeño de no tener que volver a usar el dichoso liquidito, empecé a buscar otros productos para cabello rizado. Cambié a un champú y acondicionador supuestamente más naturales e hidratantes (Le Petit Marseillais).
La verdad es que ECZEMA dejó de molestarnos durante un tiempo pero el pelo de Joanna se veía diferente, el rizo más fofo y más ancho. No me gustaba. Tenía que seguir buscando...
OH MY CURL!